El exquisito detalle de los retablos barrocos novohispanos
Un retablo es una pieza en la que se conjugan tres artes: la arquitectura, la escultura y la pintura. Es común encontrarla en ámbitos religiosos como parte de iglesias, catedrales o capillas, por lo general, en la parte posterior del altar. Frecuentemente, constan de varios niveles o pisos, con compartimentos y nichos en los que se colocan imágenes, tanto esculturas como pinturas, de santos, vírgenes, ángeles, escenas bíblicas, entre otras.
Los retablos tienen una larga historia en el arte sacro y se han desarrollado en diferentes estilos a lo largo de los siglos. Durante el periodo barroco, estas piezas integraron en su estructura una profusa y exuberante ornamentación labrada en la madera. Así, se pueden observar elementos como columnas, hojas, flores, guirnaldas, querubines, entre otros intrincados detalles que podían estar policromados o recubiertos con hojas de oro.