• Recupera la aportación histórica de las primeras caricaturistas feministas, quienes se sirvieron del humor y la crítica para cuestionar las violencias que se ejercían hacia ellas
• Presenta reproducciones de cerca de 20 historietas e ilustraciones; se inaugurará el 25 de noviembre, a las 12:00 horas
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Centro INAH Puebla, del Museo de la No Intervención, Fuerte de Loreto, y del Observatorio de Museos Raquel Padilla Ramos (OMRPR), presenta la exposición temporal Reír, luchar y resistir: las primeras historietas feministas en México, que se inaugurará el 25 de noviembre, a las 12:00 horas, en dicho espacio museístico.
La muestra recupera la aportación histórica de las primeras caricaturistas feministas, quienes se sirvieron del humor y la crítica como medio para entender, trazar, escribir y generar conocimiento desde el ser mujer y cuestionar las violencias que se ejercían hacia ellas.
De manera especial, la puesta museográfica honra el trabajo de Palmira Garza, Rosa María Roffiel y Ana Barreto, primeras mujeres que incursionaron en las historietas y ocuparon este medio de comunicación para transmitir mensajes de lucha e inconformidad, desde la risa y la resistencia.
La exposición presenta reproducciones de cerca de 20 historietas e ilustraciones, y se fundamenta en el lenguaje visual de las revistas feministas Cihuatl, Correa Feminista, La Boletina, La Revuelta y FEM, publicadas de 1976 a 2005, cuyos espacios de comunicación y análisis eran propuestos desde y para mujeres.
La curaduría es de las investigadoras del Centro INAH Puebla, Lucero Rodríguez Velázquez y Elisa Pérez Alemán, y la cofundadora del OMRPR y subdirectora de Educación Patrimonial, Públicos y Comunidades de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, Carolina Carreño Vargas. En el diseño gráfico participaron Joanna Morayta Konieczna, Azul Janett González Ramírez y Victoria Vanesa Espinoza Sánchez.
Lucero Rodríguez explica que la historieta y los cómics cumplieron un papel vital en la historia social, cultural y política de la nación mexicana; sin embargo, de 1940 a 1970 solo había hombres caricaturistas. Entre las décadas de 1970 y 1980, así como parte de los noventa del siglo XX, los estanquillos tenían historietas ilustradas de todo tipo y hasta entonces representaban el sector de mayor venta para la industria editorial del país.
“Las historietas se consolidaron como un vehículo importante de proyección de ideas, pautas de conducta, patrones culturales. Su lectura era fácil, tanto para las infancias como para las demás edades, con cambios y ajustes en sus diferentes épocas. No obstante, la mayor parte de la caricatura mexicana retomó solamente el estereotipo tradicional, el cual colocaba a la mujer en un papel subordinado, como objeto para complacer al hombre y como sujeto de sometimiento masculino”.
Por lo anterior, en el marco del 25 de noviembre, día de hacer acciones sociales y culturales para la prevención y erradicación de las violencias hacia mujeres y las niñas, se actúa desde la historieta mexicana feminista, como valor documental y testimonio visual de la época, no distantes de la actualidad.
“La exposición Reír, luchar y resistir: las primeras historietas feministas en México abre espacio a las caricaturistas que incursionaron en el estilo de la historieta didáctica de mujeres para mujeres. Con la garantía de expresarse desde sus diversas facetas, su principal llamado era a ser solidarias con las demás, cuestionar las diversas violencias que viven cada día. El ejercicio les sirvió para decodificar críticamente los mensajes que les eran trasmitidos, con la particularidad de que sus ilustraciones, en todo momento, mostraban respeto hacia su sexo”, dice Rodríguez Velázquez.
Finalmente, la cocuradora comenta que la recopilación y difusión de las historietas feministas contribuyen a la conformación de un análisis social, cultural e histórico, para crear memoria desde la perspectiva de las mujeres. La muestra busca reparar parte de la deuda histórica con las mujeres y niñas. Asimismo, se invita a que los niños y hombres la visiten, se cuestionen y abandonen las prácticas de poder patriarcal que cotidianamente afectan y violentan a las humanas.
El Museo de la No intervención, Fuerte de Loreto, se ubica en centro Cívico 5 de Mayo, av. Ejércitos de Oriente, col. Los Fuertes. Heroica Puebla de Zaragoza, Puebla.
