• Durante tres días, se rememoraron sus estudios, los cuales son fundamentales para entender el desarrollo de la Ciudad de México
• Se realizó en la Dirección de Estudios Históricos, centro de trabajo al que estaba adscrita como investigadora
Temas como el crecimiento urbano, los cambios en la traza, censos poblacionales, usos de suelo, vivienda y establecimientos comerciales fueron estudiados por María Dolores Morales Martínez (1938-2021) con el objetivo de comprender el desarrollo y las transformaciones de la Ciudad de México; en memoria de sus aportes, los colegas y amigos de “Lolita” le rindieron un homenaje a través de un encuentro académico, que duró tres días.
Organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y su Dirección de Estudios Históricos (DEH), se llevó a cabo el coloquio “Historiar la Ciudad de México, siglos XVIII y XIX, homenaje a Dolores Morales Martínez”, el cual tuvo como sede el Auditorio Wigberto Jiménez Moreno de la DEH.
Coordinado por la titular de la DEH, Delia Salazar Anaya, y las investigadoras adscritas a esta dirección, Rosa María Meyer Cosío y María Gayón Córdova, la actividad contó con la participación de más de 20 ponentes; principalmente, de la DEH, pero también de la Fototeca Nacional del INAH y el Colegio de México (Colmex).
En la mesa inaugural participó la fundadora del Seminario de Historia Urbana del Departamento de Investigaciones Históricas del INAH, Alejandra Moreno Toscano, quien habló de los estudios sobre las relaciones geográficas del siglo XVI, cuyos registros representan las primeras referencias socio-demográficas de la capital del país, y de los cuales abrevó la historiadora Morales Martínez.
En tanto, Meyer Cosío recordó el paso de “Lolita” por el Seminario de Historia Urbana cuando Enrique Florescano estuvo al frente del INAH; ahí, dijo, comenzó a interesarse en el fraccionamiento de la capital del país, situación que la llevó a publicar uno de sus mejores ensayos: Estructura urbana y distribución de la propiedad en la Ciudad de México en 1813.
Por su parte, Gayón Córdova recordó que a Dolores le encantaba recopilar y revisar de manera minuciosa los censos de población y padrones de ciudad; además, le agradeció por enseñarle a realizar textos con información precisa y coherente, gracias a lo cual publicaron en conjunto el artículo Un rincón de la ciudad. Necatitlan y Tlaxcoaque en el siglo XIX.
El segundo día, se abordaron las mesas “Empresarios urbanos” y “La ciudad y los espacios”; en la primera, el investigador de la DEH, Edgar Omar Gutiérrez, disertó sobre el análisis que Dolores hizo acerca de las propiedades urbanas de la familia García Icazbalceta.
Asimismo, la historiadora adscrita a la Fototeca Nacional del INAH, Patricia Massé Zendejas, presentó un estudio sobre el vínculo entre fotografía y arquitectura, cuya base son imágenes de la casa de Juan A. Azurmendi y la visión arquitectónica de Emilio Dondé Preciat, investigación que emprendió tomando como fuentes a Morales Martínez y Meyer Cosío.
En su oportunidad, la investigadora del Centro INAH Morelos, Marcela Dávalos López, habló de un trabajo que dialogó con “Lolita” sobre los antiguos barrios indígenas del sureste de la capital; por su parte, la investigadora adscrita a la DEH, Ivonne Arámbula Álvarez, habló de la arquitectura ecléctica en el poniente de la CDMX, durante la segunda mitad del siglo XIX, cuyo característico estilo palaciego, según Morales Martínez, cambió la traza reticular de la ciudad por radial o diagonal.
En la tercera sesión, se desarrollaron las mesas “Los padrones de población y su distribución espacial” y “La fragilidad del comercio”. El investigador de la DEH, Carlos A. Ortega Hurtado, expuso acerca de los censos de población de la capital del país de 1753, 1790, 1848, 1882 y 1890; durante su ponencia refirió que historiadoras como Morales Martínez realizaron una clasificación sistematizada e, incluso, con anotaciones sobre la comunidad indígena y afrodescendiente, ocupaciones, estado civil y edad.
Enseguida, el investigador adscrito al Colmex, Diego Pulido Esteva, disertó sobre los padrones de pulquerías capitalinas, cuya primera referencia data de 1913 y donde se registraron casi mil establecimientos. Para cerrar, Delia Salazar Anaya afirmó: “Hay múltiples maneras de estudiar la CDMX, desde sus continuidades, rupturas, sus actores; vale la pena seguir profundizando en los archivos, padrones y textos que dejó ‘Lolita’”.