*** Su trayectoria fue reconocida en 2015, en el II Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo
*** Fue una promotora incansable de espacios para la generación del conocimiento
La Secretaría de Cultura del gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lamentan el sensible fallecimiento de la investigadora Beatriz Repetto Tió (1945-2022), quien dedicó más de cuatro décadas de labor a su labor docente, trayectoria que le fue reconocida en 2015 en el II Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo, organizado por el Centro INAH Yucatán, al que estuvo adscrita.
Repetto Tió perteneció a la primera generación de antropólogos egresados de la Facultad de Ciencias Antropológicas de las Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); uno de sus primeros trabajos consistió en conocer la demografía histórica y la reconstrucción de poblaciones en Maxcanú.
De igual manera, siempre resaltó la importancia de los estudios interdisciplinarios, donde el cruce de datos generados por la antropología, la arqueología, la historia y la etnohistoria, a través de la indagación en archivos, “contribuye a escribir y reescribir el pasado”.
La catedrática, historiadora, etnóloga y arqueóloga fue una promotora incansable de espacios para la generación del conocimiento. Es fundadora del Centro de Estudios Antropológicos (CEA), donde se formaron generaciones de maestros de la Escuela de Antropología de la UADY.
Asimismo, su entusiasmo fue fundamental en la conformación del Centro Regional Sureste del INAH, en los primeros años de la década de los años 70, bajo la dirección de Norberto González Crespo.
Beatriz Repetto Tió experimentó las transformaciones de este centro de trabajo, el cual derivaría en el Centro INAH Yucatán, desempeñándose en diversas áreas, como Restauración, Investigación y Mapoteca, por mencionar algunos, con lo cual demostró siempre su visión integral del saber.
En diciembre de 2015, a propósito de su homenaje realizado en el Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, expresó: “Como muchas personas, alguna vez me pregunté el porqué de la existencia. De todas las respuestas que muchos pensadores han dado a esa pregunta, la que me resulta más afín es el aprendizaje, el cual es una actividad y una disposición que no debe extinguirse. Vinimos a aprender y a enseñar lo aprendido a las generaciones que nos sucederán”.
El INAH reconoce su dedicación al saber y al fortalecimiento de esta institución que fue su casa por cuatro décadas, por lo que envía condolencias a sus colegas, amigos, alumnos y seres queridos.