Disertan sobre el papel de las mujeres en la investigación y la docencia de la paleontología

Ante la necesidad de visibilizar la contribución de la población femenina en la ciencia, así como reflexionar sobre los desafíos estructurales y culturales a enfrentar en materia de equidad de género, tuvo lugar la tercera sesión del segundo ciclo de conferencias “Las mujeres en la paleontología”, con la ponencia La educación científica desde la mirada femenina: retos y logros en la labor docente.

La actividad, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y su Consejo de Paleontología, se realizó el 13 de febrero de 2025, en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y busca también reconocer los aportes de las mujeres e incentivar el interés de las nuevas generaciones en las diferentes áreas científicas.

La ponencia, enfocada al papel de las mexicanas en la investigación y la docencia, estuvo a cargo de la bióloga de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adriana Janet Miranda Martínez, quien revisitó la historia de la institucionalización del estudio de la paleontología en el siglo XIX, y de las mujeres que abrieron brecha en un campo dominado por el sector masculino.

Las pioneras

Un paso importante para la incursión femenina en este ámbito fue la creación de la carrera de biología en la UNAM, en 1925, donde dos años más tarde se tituló la primera bióloga mexicana, Helia Bravo Hollis (1901-2001), especialista en cactáceas y pionera en la formación de estudiantes universitarios.

En 1935, la máxima casa de estudios abrió la licenciatura de Geología, sin embargo, fue hasta 1951 que egresó la primera mujer, Josefa Cuevas Aguilar (1920-2010), cuya tesis versó sobre la micropaleontología. 

Considerada la primera paleontóloga de México, Gloria Alencáster Ybarra (1926-2018) culminó sus estudios en biología en 1945, una década después ingresó como profesora e investigadora al Instituto de Geología de la UNAM, donde contribuyó a formar a otras mujeres que también fueron precursoras en sus especialidades.

En su disertación, Miranda Martínez destacó a las investigadoras Alicia Silva Pineda, pionera de la paleobotánica y docente de la FES Zaragoza; Blanca Estela Buitrón Sánchez, quien por más de dos décadas fue la única en estudiar equinodermos fósiles, y María del Carmen Perrilliat, especialista en moluscos, quien coordinó la Colección Nacional de Paleontología, una de las más grandes del país.

Por parte del INAH, sobresale la investigadora Felisa Aguilar Arellano, responsable académica de la única zona paleontológica mexicana abierta al público, Rincón Colorado, en Coahuila.

Retos actuales

El trabajo y la experiencia de las antecesoras en esta área de estudio ha tenido impacto en el impulso a las nuevas generaciones; sin embargo, aún hace falta descentralizar el campo y que las mujeres accedan a más espacios con poder de decisión, consideró la bióloga Miranda Martínez.

En la educación, añadió, el esfuerzo debe centrarse en aumentar la matrícula de mujeres en la licenciatura y posgrado de Geociencias. A nivel de investigación nacional, también se observa menor participación, reflejo de una brecha de género.

Las dificultades en el acceso a oportunidades laborales y de investigación, la doble carga laboral, dividida entre la docencia y las responsabilidades familiares, y la falta de representación femenina en posiciones de liderazgo académico, son algunas de las causas que explican este contexto, refirió.

En respuesta a ello, finalizó, se busca la creación de más espacios de reflexión y discusión, a fin de promover políticas educativas incluyentes, programas de enseñanza, becas, redes de apoyo y mentorías dirigidas a este sector.