• La Fe, la Caridad y la Esperanza, esculturas creadas por Manuel Tolsá, fueron atendidas con recursos del Programa Nacional de Reconstrucción
• Expertos brindaron especial cuidado a la Esperanza, imagen que, a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017, cayó 45 metros y sufrió daños graves
A siete años del sismo del 19 de septiembre de 2017, la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, develó la restauración del conjunto escultórico conocido como las Tres virtudes teologales, en la Catedral Metropolitana.
“Hoy, la Fe, la Esperanza y la Caridad vuelven a su sitio” dijo la encargada de la política cultural del país después de agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador su apoyo para la reconstrucción de los sitios dañados por los sismos.
Acompañada del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama; el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, Arturo Balandrano Campos; el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández; el rector de la Catedral Metropolitana, Ricardo Valenzuela, y demás autoridades eclesiásticas, Fraustro Guerrero recordó que más de 3,000 recintos fueron dañados durante los sismos de 2017, “ese sismo fue la mayor catástrofe que hayamos presenciado en contra del patrimonio edificado del país”.
Aseguró que, como parte del Programa Nacional de Reconstrucción en el rubro cultural, en su última fase, desde septiembre de 2023 se atienden 926 obras, de las que ya se concluyeron 387.
Sobre los trabajos en Catedral Metropolitana de la Ciudad de México explicó que con esta labor se recupera totalmente el conjunto escultórico conocido como las Tres virtudes teologales, luego de que, en días pasados, la empresa contratista encargada del restauro de la catedral, reinstalara las efigies alusivas a la Esperanza, cuyo rostro fue reconstruido, así como de la Fe y la Caridad; mismas que, aunque no cayeron a causa del sismo, sí presentaron un desplazamiento y fueron desmontadas de forma preventiva.
Al hacer un recuento de las obras que se realizan para la recuperación del patrimonio cultural en el país afectado por los sismos de 2017, la funcionaria federal destacó que en la Ciudad de México “estamos trabajando en 146 inmuebles, templos, infraestructura artística o civil, 99 % son templos, de los cuales llevamos concluidos 88 al día de hoy. Estas obras representan el reto para las manos más especializadas, para los mejores talentos de México y aquí están presentes y les quiero agradecer”.
En su intervención, el jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, reconoció la labor realizada por el Gobierno de México, así como autoridades eclesiásticas y expertos, quienes llevaron a cabo la restauración de la Esperanza, pieza que sufrió daños tras caer durante el sismo de 2017.
“El sismo del 2017 nos puso a prueba otra vez, todas y todos salimos al rescate, como en 1985. Los daños eran menores que en aquel entonces, pero descubrimos que aún había mucho qué hacer, porque había consecuencias dolorosas, pérdidas de vidas, de patrimonios, de bienes; pero la esperanza puede vencerlo todo (...). En 2017 cayó la estatua que representaba la esperanza, sí, pero no cayó la esperanza: la esperanza está viva aquí en la catedral y en todo México”, expresó.
Asimismo, destacó que la atención de las tres esculturas se suma a la serie de intervenciones que ha impulsado el Gobierno de México en la Catedral Metropolitana, en la que se reforzaron las torres y se restauraron las campanas, piezas emblemáticas de este histórico inmueble.
“Este 2024, estamos por concluir los últimos trabajos de reconstrucción del país, de los que ha hablado Alejandra (Frausto Guerrero), y de la metrópoli. Entre esos trabajos fundamentalísimos están las reparaciones a la Catedral Metropolitana. Este edificio, construido por nuestra gente a lo largo de siglos, como dije, fue afectado duramente en sus dos torres, pero las torres de nuestra catedral no caerían, ambas requirieron refuerzos modernos, aparte del reforzamiento de las torres, las campanas se desmontaron y recibieron tratamiento, hoy estamos aquí restituyendo una de ellas a su lugar”, comentó.
Trabajos de restauración dedicados
Al brindar una síntesis de la atención dada al conjunto, la encargada del proyecto de restauración, supervisado para el caso de estos tres bienes muebles asociados por la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, Marina Raquel Straulino Muñoz de Cote, indicó que la Fe y la Caridad atravesaron por un proceso de limpieza general.
Además, se repusieron faltantes que tanto las tallas como sus bases presentaban a causa de su larga exposición al intemperismo, desde 1813, cuando fueron consagradas.
Para la Esperanza el trabajo fue más minucioso. Como primer punto se recuperó la verticalidad de la escultura mediante un refuerzo metálico que une a las dos grandes secciones que la conforman –una que va del torso a la cabeza y otra que parte de la cintura y llega a los pies–, a fin de brindarle solidez y evitar desplazamientos futuros.
Luego de pasar por procesos similares de limpieza y consolidación en su cuerpo y su base, se hizo un esfuerzo sin precedentes para labrar, sobre una piedra nueva, un repuesto de la cabeza de la imagen femenina que Tolsá usó para representar a la Esperanza.
“Hay que recordar que, con el sismo, la escultura giró en el aire e impactó el atrio de la Catedral, justo desde su parte superior. Esto hizo que se perdieran dos terceras partes de la cabeza, pero ayudó a que los daños no fueran graves en el resto del cuerpo”.
De acuerdo con la restauradora, aquel fragmento del rostro pétreo que sobrevivió al impacto fue un referente que, junto con fotografías de archivo, se empleó para elaborar un modelo en plastilina que, antes de su tallado a cargo de maestros canteros, fue autorizado por expertos de la Secretaría de Cultura federal y de la CNCPC, con la anuencia de las autoridades religiosas de la catedral.
En tanto, el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, Arturo Balandrano Campos, comentó: “Hicimos un trabajo muy especial, muy cuidadoso, muy respetuoso y bajo las reglas internacionales de restauración para poder restituir la cabeza de la Esperanza. Buscamos el banco de cantera chiluca que nos diera la tonalidad de la pieza, lo encontramos; cortamos la pieza, contratamos a uno de los mejores canteros talladores que tenemos. A él y al equipo de restauración los dotamos de toda la información gráfica con que contábamos”, agregó.
Como parte de los trabajos conclusivos en las Tres virtudes teologales, el fin de semana pasado se recolocaron dos atributos, una cruz y un ancla de cobre con baños en oro, que acompañan a la Fe y a la Esperanza, respectivamente.
Cabe añadir que la empresa contratista del componente arquitectónico también instaló elementos de sujeción que unirán permanentemente a las esculturas con sus bases en lo alto del reloj, como previsión ante futuros eventos sísmicos.
“Ha sido un proyecto interesante: primero, porque las esculturas fueron creadas por un artista muy reconocido como es Manuel Tolsá; y segundo, porque son obras muy vistas, ubicadas en el centro mismo de la ciudad y el país”, concluyó Straulino al encomiar el trabajo de los ocho especialistas, entre restauradores, canteros y colaboradores que intervinieron el conjunto de efigies.
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