Relevancia cultural
El sitio arqueológico de Xihuacan, fue uno de los principales centros religiosos Cuitlatecas en la planicie costera del Estado de Guerrero, área que fue conocida como “Lugar de los señoríos cutlatecas” o Cuitlatecapan, este grupo étnico habitó la región desde el año 2500 a.C. manteniendo una larga ocupación hasta el siglo XVI, con su mayor extensión territorial, poblando las regiones de Costa Grande, parte de la sierra madre del sur y hasta Tierra Caliente. El primer periodo de ocupación del asentamiento data del Preclásico Medio y Preclásico Terminal, evidencia que fue registrada en la cima del “Cerro de los Brujos”, donde se identificaron figurillas de rasgos olmecas tipo “Baby Face” y “Mujer Bonita”. Un segundo periodo de ocupación es el Centro Ceremonial, edificado hacia el año 450 d.C. Para su construcción se empleó un sistema de “arquitectura en tierra”, donde mediante adobes, rellenos de tierra y acabados arquitectónicos en barro cocido edificaron los principales templos del emplazamiento. Las excavaciones arqueológicas mostraron que la construcción del centro ceremonial implicó una gran campaña constructiva para la nivelación del terreno en un área de 29 hectáreas, sobre esta se colocaron cuatro edificios masivos, entre estos el Montículo B con adobes y acorazados en barro cocido. Estas estructuras delimitan una plaza que se asocia al norte con el área palaciega, el Juego de Pelota y con la falda sur del “Cerro de los Brujos”, integrando el lugar ancestral de la primera ocupación al centro religioso. La planificación urbana involucró referencias astronómicas como el planeta Venus, el Sol y la Estrella del Norte. El centro ceremonial y el Cerro de los Brujos están rodeadas por un sistema de canales artificiales conectados al río San Jeronimito, por los que aún fluye agua y le otorgaba al asentamiento la imagen de isla mítica. El colapso de Xihuacan sucedió hacia el año 1350 d.C., tras un fenómeno meteorológico que inundó el conjunto provocando con ello el abandonó paulatino del asentamiento. La zona arqueológica fue descubierta en la década de los treinta del siglo pasado y excavado recientemente a partir del año de 2008, bajo la dirección del arqueólogo Rodolfo Lobato Rodríguez, centrando la atención en el Juego de Pelota y el Montículo B, además de trabajos de mapeo arqueológico.