Compártelo

Los Tepoltzis

Facebook

Blanca Jiménez Padilla.
Horario: Miércoles a domingo de 9 a 17 h.
Último acceso a las 16 h.

  • Significado

    El sitio arqueológico fue bautizado con el nombre del cerro en el que se encuentra. Uno de sus posibles significados sería “el pequeño conquistador”, del náhuatl tepoloani, “conquistador, vencedor” y tzin, “pequeño”. Se desconoce a que cultura perteneció, pero por las características arquitectónicas podría pertenecer al horizonte tolteca.

  • Acceso

    De la ciudad de Chilpancingo se continúa por la Carretera Federal No. 93 con rumbo este, hacia Tixtla; pasando este poblado, a 2.5 kilómetros se encuentra una vereda que conduce hasta el sitio arqueológico. Por medio del transporte público, el visitante puede tomar una camioneta en el centro de Tixtla que conduzca hacia Atliaca o Apango, y debe descender en la desviación situada en el margen poniente que conduce a Matlalapa, punto donde inicia el camino de terracería, mismo que el visitante debe transitar caminando.

  • Relevancia cultural

    La zona arqueológica se ubica en la crestería de unos cerros, 5 kilómetro al norte del poblado de Tixtla, en la región centro de Guerrero. Su ocupación va del 200 d. C. (inició del periodo Clásico) al 1200 d. C. (Posclásico Temprano), aunque en las inmediaciones se presentó una ocupación humana desde los años 1000 al 700 a. C. y hasta el final de la época prehispánica. Los Tepoltzis son el remanente de un centro local conformado de un área cívica ceremonial, con una plaza y una serie de plataformas circundantes; alrededor se ubicaba la población la población que conformaba este asentamiento, que se extendía por 16 hectáreas. La estructura principal era un basamento piramidal de varios cuerpos, construidos con muros de piedra careada. De hecho, una de sus fachadas fue excavada y consolidada en la década de los ochenta del siglo pasado, tratándose de la escalinata de acceso donde aún se conservan algunos escalones y las alfardas (elementos que flanquean la escalinata) con una pendiente muy inclinada, propia del Posclásico Temprano. Al hallarse en una cima, es posible que el culto principal fuese destinado a las deidades de la lluvia que, de acuerdo a la cosmovisión prehispánica, vivían en la cumbre de los cerros, de hecho, actualmente el lugar sigue siendo sede de rituales para la petición de lluvia de algunas comunidades circundantes.

  • Contacto

  • Mapa