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5 de Mayo - La Sabana

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Blanca Jiménez Padilla
Horario: miércoles a domingo de 9:00 a 17:00 hrs
Último acceso: 16:00 hrs
Costo: GRATUITO

  • Significado

    Recibe su nombre por la colonia 5 de Mayo del ejido de La Sabana, en la ciudad de Acapulco, donde se encuentra ubicada. Se desconoce el nombre prehispánico del lugar.

  • Acceso

    En la entrada a la ciudad de Acapulco, en el punto conocido como Las Cruces, antes de acceder al Maxitunel, se toma la desviación para entroncar con la Carretera Federal número 200 Acapulco-Pinotepa Nacional, se recorren aproximadamente 6 km hasta encontrar la Escuela Primaria Emiliano Zapata, se encuentra la colonia 5 de Mayo. Se toma la calle principal, llamada Ciudad Perdida, hasta la calle Tlacopan, que se sigue hasta su cruce con la calle Ricardo Flores Magón hasta la calle Loma Bonita. Desde ahí se camina por una vereda rumbo al sur y aproximadamente a 200 m., se llega al área de petrograbados, en las cercanías del panteón local.

  • Relevancia cultural

    La zona arqueológica ocupa un área de 334 hectáreas, entre los 25 y 275 msnm, está conformado principalmente por petrograbados, se encuentra en la parte noreste de la ciudad de Acapulco, en la ladera noreste del cerro de La Bola. Estuvo asociado a un gran sitio monumental en la parte baja del asentamiento, conocido como Ciudad Perdida, que fue destruido por el crecimiento urbano de la ciudad hacia los años sesenta y setenta del siglo pasado. Sin embargo, algunos vestigios que quedan entre la mancha urbana y los materiales asociados ligan ese antiguo sitio con la actual zona arqueológica, que cuenta con 38 petrograbados en tres grupos. El grupo A se ubica en un suelo escarpado en la parte alta del sitio; el grupo B está en la parte suroriente del sitio y el grupo C son diseños que fueron removidos de su lugar original. Los petrograbados fueron realizados mediante la técnica de cincelado y pulido por abrasión sobre granito, que es el material predominante en la región. Predominan diseños zoomorfos, con figuras parecidas a monos araña, que habitaban la región en tiempos antiguos, también algunas representaciones de fauna marina y aves; diseños de tipo calendárico, de formas circulares y rectangulares de gran tamaño, de hasta casi 3 m de largo, con líneas y puntos inscritos hacia su interior; antropomorfos con personajes esquemáticos pero de cuerpo completo en representación de una danza o ritual; deidades y algunos elementos geométricos abstractos. Otros petrograbados que pudieron estar asociados a los sitios mencionados se encuentran en la colonia El Coloso, con motivos geométricos, antropomorfos y zoomorfos. El sitio fue ocupado desde el preclásico medio (1000 a. C.), el Clásico (200 a 650 d.C.) y el Epiclásico (650 a 900 d.C.); en su auge, en conjunto con el sitio de Ciudad Perdida, fue uno de los grandes asentamientos a lo largo de la Costa Chica y Acapulco con características monumentales. La presencia de un sitio de esta importancia y tamaño se explica por la abundancia de recursos de la región de Acapulco, que en La Sabana cuenta con amplias franjas costeras, apropiadas para el cultivo, además de poder hacer uso de recursos de píe de monte y marinos, tanto en las cercanías de la costa como en mar abierto, como se demuestra en el cercano sitio de Playa Majahua, en que al menos 2500 a. C. los antiguos habitantes contaban con la tecnología y recursos suficientes para hacerse a la mar para pescar peces en mar abierto y regresar exitosamente a su hogar. La zona arqueológica de 5 de Mayo-La Sabana fue un sitio ritual, asociado a un gran asentamiento cívico religioso, en que se rendía culto al agua a deidades acuáticas, se realizaban rituales para propiciar la lluvia, se llevaba la cuenta de ciclos, fenómenos naturales y el devenir de los astros en el firmamento, lo que les permitía ajustar sus tiempos agrícolas y establecer su calendario.

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