Relevancia cultural
La ciudad de Cobá se desarrolló cerca de cinco lagos que fueron un factor fundamental para su desarrollo y subsistencia. Con aproximadamente 70km2 de extensión, la ciudad estaba comunicada por extensos caminos levantados de piedra, conocidos en lengua maya como sacbé (camino blanco), de longitud y ancho variables. El más largo de ellos con 100 km., llega al sitio de Yaxuná, muy cerca de Chichén Itzá.
Los habitantes de Cobá que no pertenecían a la clase poderosa, residían en los alrededores del núcleo de la ciudad, en viviendas muy similares a las de los mayas modernos. La evidencia de los primeros asentamientos humanos registrados, es entre 100 a.C. y 300 d.C., cuando pensamos que consistía de una serie de aldeas situadas en la cercanía de los lagos, cuya economía se basaba en la agricultura y la caza. Ya entre 300 y 600 d. C., Cobá se desarrolló centralizando el poder económico y político, controlando varios poblados cercanos.
Las vías de comunicación internas y hacia otros poblados y regiones, constituida por más de 50 caminos, se construyó entre 600 d.C. y 800 d.C., momento en que también se erigen la mayoría de las estelas del sitio. El auge constructivo de la ciudad ocurrió entre 800 y 1000 d.C., cuando se amplió la red de caminos, se construyeron nuevos edificios y se estrecharon sus relaciones con la Costa del Golfo, mientras decrecieron con la región del Petén. Su fuerza hegemónica empezó a debilitarse entre 1000 y 1450 d. C., cuando recibió nuevas influencias de grupos más “mexicanizados”.
Un nuevo estilo arquitectónico es introducido e incorporado a las construcciones existentes y la mayor parte de sus monumentos esculpidos, reubicados en pequeñas plataformas y nichos.