David A. Brading. In memoriam (1936-2024)
El mundo y la Universidad de Cambridge, Inglaterra, se vistieron de luto por la muerte de David A. Brading, nacido el 26 de agosto de 1936 y quien murió el pasado 19 de abril, a los 88 años. El gran especialista en el devenir de México no solo fue un vital estudioso de la historia de nuestro país, sino que, al interpretarla, resignificó algunos de los pasajes nacionales de la historia y también de la historiografía.
Fue profesor de Historia Mexicana e Historia Latinoamericana en Cambridge, en donde dirigió el Centro de Estudios Latinoamericanos en diferentes periodos. Comenzó su carrera en la Universidad de California, en Berkeley, y siguió en la Universidad de Yale, en Connecticut, donde impartió clases por varios semestres sobre Historia de México, Argentina y Perú, desde los años de la Conquista hispánica hasta el siglo XX.
Por sus méritos académicos recibió la Orden Mexicana del Águila Azteca en 2002, máxima condecoración que otorga el gobierno federal para reconocer a aquellos extranjeros que han aportado a nuestro país ideas, valores o trabajos significativos.
Entre sus obras principales pueden mencionarse Los orígenes del nacionalismo mexicano (1973), derivada de sus primeras lecturas en torno a fray Servando Teresa de Mier, hechas en los años sesenta; Orbe indiano: de la monarquía católica a la república criolla, 1492-1867 (1991); Mito y profecía en la historia de México (2004); Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana (compilador, 1985); Una Iglesia asediada: el obispado de Michoacán, 1749-1810 (1994); y Octavio Paz y la poética de la historia mexicana (2002).
Su relación con la historia de México inició, como él mismo señalaba, por su asombro ante nuestro pasado colonial. Sus libros, como refiriera Enrique Florescano (1937-2023), exdirector del INAH, “forman una de las construcciones historiográficas más sólidas de nuestro tiempo, y son la mejor guía que se puede recomendar a quien desea indagar la forja del México que va del siglo XVI a nuestros días”.
Desde la entrevista que en 1987 le hicieran los académicos del INAH Carlos Aguirre y Antonio Saborit, y que se publicó en la revista Historias, Brading ya anotaba de manera contundente: “El pasado siempre pesa sobre la actualidad”. Descanse en paz el insigne historiador.