ADALBERTO RÍOS SZALAY: UNA VIDA DEDICADA A LA FOTOGRAFÍA Y A LA IDENTIDAD MORELENSE
ANTROP. VÍCTOR HUGO VALENCIA VALERA
Para: Adalberto Ríos Lanz y Ernesto Ríos Lanz
Conocí a Adalberto en el año de 1996 a partir de coincidir en actividades y proyectos en torno a la protección y conservación del patrimonio cultural de su estado: Morelos; pero un proyecto y programa muy especial nos unió y nos vinculó estrechamente por varios meses y fue la atención en la restauración de la arquitectura histórica-religiosa afectada por el sismo de junio de 1999 y en donde con Adalberto, encabezando al Instituto de Cultura, se logró hacer esa unión institucional entre el Gobierno del estado de Morelos y la Federación a través del Centro INAH Morelos, dándose una buena planeación y organización para la restauración que nos llevó a caminar y recorrer juntos esa riqueza arquitectónica que tiene el estado vista a través de sus capillas, templos, ex-conventos, ex haciendas, etc., ubicados en las laderas del Popocatépetl y en los valles de esta generosa tierra.
Con esto quiero señalar que el trabajo en torno a la conservación y recuperación de una arquitectura histórica afectada por un fenómeno natural como fue ese sismo del 99, me permitió conocer al hombre y a un compañero que tenía muy bien ubicados a pueblos y comunidades de su estado en sus diferentes expresiones y manifestaciones religiosas como de su diversidad vista a través del arte popular como de la gastronomía que supo y sabía disfrutar y distinguir muy bien, y que lo llevó a ser un incansable promotor de la identidad de su tierra: Morelos. Con él disfruté el mejor “guasmole”; con su compañía conocí esos rincones y comunidades de su tierra donde se preparaba de la mejor manera este platillo morelense.
Su oficio de fotógrafo que lo llevó a conocer gran parte de este mundo y diversos países, sólo fue una referencia para recrear con la cámara fotográfica su ojo y observación que sólo él sabía identificar para capturar espacios únicos que hoy son el gran legado cultural plasmado en varios millones de imágenes del mundo sí, pero muchas más de su México querido y de su estado de Morelos que siempre lo ponía por delante para poder ubicar esa magia del color y de la imagen que hoy hablarán y será el vínculo gráfico que nos deja para seguir disfrutando a Adalberto a través de sus registros fotográficos con vistas en la montaña, en el mar, en los desiertos y en los edificios, retablos, danzas y detalles de la naturaleza que seguirán hablándonos y contándonos historias del mundo y de su tierra como sólo él lo supo hacer.
Se queda conmigo el hombre, el amigo, el funcionario, el artista, pero especialmente el incansable gestor y promotor de la identidad de sus pueblos y comunidades morelenses, como huella indeleble de su quehacer cotidiano que traspasó fronteras y vinculó y ofreció a su tierra con el orgullo que da la raíz de un pueblo milenario.
Gracias Adalberto por brindarte a la vida como lo supiste hacer y por brindarte a los pueblos y cultura de tu estado y regiones de Morelos y en donde tus fotografías nos seguirán hablando de ti para no olvidarte nunca.
Cuernavaca, Morelos.
28 de marzo de 2024.
