Xochipala: el sitio más representativo de la cultura mezcala
En el centro del estado de Guerrero se encuentra la zona arqueológica de La Organera-Xochipala, un sitio clave para comprender la cultura mezcala. Tras el apogeo de la cultura olmeca, cuya influencia dejó huella en la región, surgió la cultura mezcala, cuyas manifestaciones más antiguas datan aproximadamente del 700 al 200 a.C., durante el Preclásico Tardío.
Aunque la cultura mezcala mantuvo relaciones comerciales con Teotihuacan, como lo demuestran los objetos encontrados en la zona, su periodo de mayor esplendor tuvo lugar entre los años 200 y 650 d.C., durante el Clásico. Sin embargo, su desarrollo continuó hasta el Epiclásico (650-900 d.C.), coincidiendo con la caída de Teotihuacan. La región fue un espacio de interacción entre diversas sociedades, pero la cultura mezcala logró consolidar rasgos distintivos que la diferenciaron de sus contemporáneas. Entre sus características más sobresalientes destacan sus tradiciones escultóricas, especialmente sus figurillas antropomorfas y máscaras de piedra verde, así como su arquitectura, que alcanzó su máxima expresión en Xochipala, considerado el sitio mejor conservado y más explorado de esta cultura.
La arquitectura de La Organera-Xochipala combina elementos defensivos y ceremoniales, con plataformas y terrazas dispuestas en distintos niveles para adaptarse a la topografía del lugar. Destaca también el uso de la bóveda falsa, un rasgo arquitectónico característico del área maya, cuya presencia en Xochipala revela las conexiones culturales y comerciales que existieron entre ambas regiones, dado que el sitio formaba parte de una importante ruta de intercambio.
Este sitio es fundamental para entender la complejidad social y el desarrollo artístico de la cultura mezcala, cuya influencia perduró en la región incluso después de su declive.