Una pirámide prehispánica con una cima neogótica
Cerca de la capital del estado de Querétaro se encuentra la zona arqueológica de El Cerrito, un asentamiento mesoamericano que, entre los años 400 y 650, ejerció en la zona el control del comercio de la obsidiana gracias a la alianza política que mantuvo con Teotihuacan. Durante este periodo, se construyó el gran basamento piramidal, el edificio más sobresaliente de este sitio y cuya particularidad es que posee una estructura neogótica en su cumbre,
Hacia finales del siglo XIX, el propietario de la hacienda en la que se encontraba la pirámide levantó en la cima de la estructura prehispánica una construcción de tipo militar de planta rectangular con torreones en cada una de sus esquinas. La fachada de esta construcción que se comenzó a llamar El Fortín tiene un marcado estilo neogótico, caracterizado por las ventanas con arcos ojivales.