Una joya del siglo XVI en Michoacán: el convento agustino de Cuitzeo
Cercano al lago de Cuitzeo, en Michoacán, se alza uno de los conventos virreinales mejor conservados del país: el exconvento agustino de Santa María Magdalena. Fundado hacia 1550 por los frailes Francisco de Villafuerte y Miguel de Alvarado, este fue el quinto conjunto establecido por la orden de san Agustín en la entonces diócesis de Michoacán, el cual desempeñó un papel clave en la evangelización y organización social de los pueblos purépechas.
El complejo conserva gran parte de su traza original: templo, convento, atrio y huerta, además de una capilla abierta y capillas posas en las esquinas del antiguo camposanto, que en su tiempo fue parte del atrio. De su sobria y robusta arquitectura destacan sus contrafuertes, así como su fachada plateresca, decorada con motivos vegetales, columnas en forma de candelabros, corazones y ángeles esculpidos, así como un vitral con la imagen de María Magdalena. En el centro del arco, el escudo agustino recuerda el carácter misional de sus fundadores.
Como otros tantos conventos, este no fue solamente un centro espiritual, sino también formativo y de poder religioso, pues fue Casa Capitular de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, donde se celebraron 39 capítulos de la orden.
