Un lugar de retiro para el rey: los baños de Nezahualcóyotl
Entre los poblados de San Nicolás Tlaminca y San Dieguito Xochimanca, en el Estado de México, se encuentra la zona arqueológica de Tetzcotzinco, popularmente conocida como los baños de Nezahualcóyotl, pues el sitio fue construido en el siglo XIII por órdenes de este tlatoani que gobernó Texcoco. A este lugar acudía el gobernante para descansar, meditar y, algunos especulan, que para inspirarse en su labor como poeta.
El sitio es una obra maestra de ingeniería hidráulica, pues llevaba el agua de los manantiales cercanos hasta la cima del cerro, donde había diversas estructuras para el esparcimiento y disfrute de la élite. Además, el lugar adquirió gran fama en su tiempo por sus extensos jardines con frondosa vegetación, en la que había plantas tanto medicinales como de ornato, y donde habitaban animales exóticos, sobre todo aves, traídos para complacer a Nezahualcóyotl.
Una de las estructuras más sobre salientes que se conservan hasta hoy el Baño del Rey, una tina monolítica labrada en el cerro con escalinata contigua que lleva a El Palacio. Esta impresionante vista quedó plasmada en un cuadro de José María Velasco titulado Baños de Nezahualcóyotl.