Tonatiuh despertando en Teotihuacan
Cuando el Sol, Tonatiuh, emerge sobre Teotihuacan, ilumina las huellas de una de las civilizaciones más enigmáticas y trascendentales de Mesoamérica. Entre los siglos III a.C. y VIII d.C., esta metrópoli fue un centro de poder, cultura y comercio, con una población de más de 100 mil habitantes. La Calzada de los Muertos, la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna atestiguan el esplendor de una sociedad cuya cosmovisión trascendió su tiempo y su cultura, y sigue fascinando hasta la actualidad a quienes la descubren.
Su influencia se extendió más allá del Altiplano hasta llegar a los mayas y perduró a través del tiempo hasta los mexicas; ambas culturas la consideraban a Teotihuacan un lugar sagrado, pues era la "Ciudad donde los dioses fueron creados".
El astro rey naciente sobre la Pirámide del Sol nos recuerda la grandeza de una civilización que dio forma a Mesoamérica y cuya historia resuena y resplandece en sus vestigios.