Tlacotalpan, “la perla del Papaloapan”
Esta hermosa localidad de la rivera del río Papaloapan está inscrita dentro del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En su paisaje resaltan sus largos pórticos flanqueados por arcos, las fachadas en colores pastel y los pasillos techados de teja que reflejan los múltiples intercambios que alguna vez tuvo con otras ciudades coloniales caribeñas, cuando floreció como punto estratégico para el comercio y la comunicación del país.
En el corazón de esta ciudad veracruzana encontramos la parroquia de San Cristóbal, la cual flanquea la famosa plaza Zaragoza. Dedicado al santo patrono del pueblo, este templo de estilo neoclásico es considerado el más importante de Tlacotalpan, pues fue una de las últimas construcciones realizadas durante el virreinato. Bajo la dirección del arquitecto Luis Zapari, la parroquia comenzó a construirse en 1812 y, tras una pausa de más de 40 años, continuó en 1849. Su color marfil y cornisas azul celeste son su sello distintivo. En su interior se admira un retablo tallado en madera de cedro; un lienzo de la Virgen de Guadalupe que pertenecía a una orden de frailes, y las imágenes de san Cristóbal y la resurrección, talladas por el escultor Manuel Centurión. Su torre resguarda un reloj inglés que data de 1886 y un campanario.