Tehuacalco, Guerrero
Tehuacalco alcanzó su apogeo durante su segunda ocupación, entre los años 650 y el 1150 d. C., periodo que corresponde al Epiclásico y el Posclásico temprano. En ese tiempo, el sitio pasó de ser una aldea altamente poblada a convertirse en un centro ceremonial de culto al agua, aspecto que reflejó la noción religiosa de que los cerros eran sagrados.
Los grandes basamentos se construyeron con piedras de granito en sus muros. Algunas de las rocas tienen más de 2 metros de alto, con lo cual para erguirlas se intercalaron con lajas pequeñas apiladas, lo que se conoce como “paramento mixteco”.
Fotografía: Mauricio Marat. INAH.