San Juan de Ulúa: de templo indígena a baluarte colonial
En junio de 1518, Juan de Grijalva y su expedición llegaron a un islote frente a las costas de lo que más tarde sería Veracruz. Allí encontraron un templo construido por los pobladores de Culúa, lo que marcó uno de los primeros contactos entre los mundos indígena y europeo. El lugar fue bautizado como San Juan de Ulúa, derivado la festividad cristiana que se celebraba del día de su llegada y el nombre prehispánico de la región.
Un año después, en 1519, Hernán Cortés estableció un campamento frente al islote, fundó la Villa Rica de la Vera Cruz y creó el primer cabildo de América Septentrional, iniciando así la Conquista española.
En 1535, con autorización del rey Carlos I, el virrey Antonio de Mendoza inició las primeras construcciones en San Juan de Ulúa: un muro con argollas para proteger las naves y una torre sencilla. Décadas después, en 1568, los piratas John Hawkins y Francis Drake anclaron sus barcos en la bahía tras saquear puertos caribeños, dejando su huella en la historia del lugar. Posteriormente, en 1590, el emperador Felipe II incorporó San Juan de Ulúa al sistema defensivo indiano, consolidando su importancia estratégica.