Perrito con ruedas, ¿el juguete más antiguo del México prehispánico?
En la zona arqueológica de Tres Zapotes, en Veracruz, parte del área cultural de la Costa del Golfo, donde floreció la civilización olmeca, se halló en 1940 una figurilla de barro peculiar: un pequeño perro de rostro sonriente, que porta un collar con medallón y cuya característica más sobresaliente es que está montado sobre cuatro ruedas.
Datada hacia el siglo VIII d.C., esta pieza ha llamado la atención de investigadores por su posible carácter lúdico. Su pequeño tamaño y la incorporación de ruedas han llevado a plantear la hipótesis de que pudo haber funcionado como un juguete. Aunque no existen evidencias concluyentes que lo confirmen, de ser así, sería el primer juguete del que se tiene registro en el actual territorio mexicano.
En esta región se han encontrado numerosas figuras de barro que representan animales como jaguares, monos, aves y perros. Algunas, además, son silbatos u otros instrumentos sonoros. Sin embargo, hasta ahora ninguna ha sido hallada en ofrendas funerarias infantiles, y no hay fuentes históricas que demuestren de manera definitiva que estos objetos estuvieran destinados exclusivamente al juego infantil.
Más allá de esta pieza, diversas culturas mesoamericanas como la nahua, la maya o la teotihuacana dejaron vestigios de objetos que podrían haber sido juguetes: muñecas, sonajas, flautas y trastes en miniatura han sido encontrados tanto en contextos domésticos como rituales, lo que sugiere que estos artículos cumplían funciones múltiples, entre el entretenimiento y lo ceremonial.
También es probable que muchos de los juguetes utilizados por niñas y niños en la antigüedad estuvieran hechos de materiales perecederos, por lo que no han llegado hasta nuestros días.
Hoy, en el Día del Niño y la Niña, recordamos que el derecho al juego es fundamental para el desarrollo pleno de la infancia. Estas piezas arqueológicas no sólo nos permiten imaginar los mundos lúdicos del pasado, sino también reflexionar sobre la importancia de crear entornos que promuevan la creatividad, la alegría y el bienestar de las infancias.