Mineral del Chico
Ubicado en el estado de Hidalgo, este pequeño pueblo mágico se enclava entre verdes montañas de frondosa vegetación conformada por densos bosques de pino, encino y oyamel. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando en la región se descubrió la existencia de vetas de oro y plata, por lo que se fundó esta villa para facilitar la explotación minera; en ese entonces, su nombre fue Real de Atotonilco, por su cercanía con Atotonilco el Grande, después su nombre cambió a Atotonilco el Chico, y paulatinamente quedaría sólo como Mineral del Chico o El Chico.
En el centro del pueblo se distribuye un quiosco, una fuente de hierro fundido y, la fondo, se encuentra la Iglesia de la Purísima Concepción, que enfrente tiene un antiguo reloj que fue donado por don Gabriel Mancera, dueño de varias minas de la región.