Una de las reformas que Porfirio Díaz hizo en el Alcázar del Castillo de Chapultepec fue la implementación de una galería adornada con vitrales emplomados. Con este propósito, hacia el año 1900, el general ordenó que éstos se fabricaran en París, ciudad europea que Díaz siempre trató de emular en sus proyectos.

Con un estilo Art Nouveau, los coloridos vitrales, hechos por la compañía Champigneulle Fills, retratan a cinco diosas de la mitología grecolatina: Pomona, diosa de las cosechas y frutos; Flora, deidad de la primavera y las flores; Hebe, portadora del néctar divino; Diana, la cazadora; y Ceres, encargada de la agricultura y fertilidad.