Los murales del antiguo convento de Cuitzeo
El antiguo conjunto religioso de Cuitzeo, fundado alrededor de 1550 por los frailes Francisco de Villafuerte y Miguel de Alvarado, fue el quinto establecimiento construido en el Obispado de Michoacán por la orden agustina. Consiste en un templo de una sola nave y un convento adyacente al sur, el cual conserva murales que se elaboraron al fresco y al temple.
Las pinturas murales desempeñaron un papel esencial en la evangelización de los indígenas, con escenas que adornaban los espacios públicos destinados a la catequización y el adoctrinamiento. Por otra parte, en los salones privados estas representaciones artísticas promovían la contemplación y los preceptos espirituales de la orden agustina.
Fotografía: Héctor Montaño. INAH