Los guerreros pintados de la Casa de las Águilas
En el corazón de México-Tenochtitlan se encontraba un conjunto de varios edificios en los que se concentraba el poder político y religioso del imperio mexica. De estos el más representativo es, sin duda, el Templo Mayor, dedicado a Huitzilopochtli y Tláloc; sin embargo, hubo otras construcciones que no carecieron de relevancia y belleza, como lo fue la Casa de las Águilas, llamada así por las cabezas de esta ave esculpidas en sus escalinatas.
Este edificio, cuya importancia es fehaciente por su cercanía con el Templo Mayor, se construyó y amplió en 3 ocasiones entre los años 1430 y 1500. Gracias a estas diferentes etapas es que aún se puede observar el color de guerreros armados que adornan las banquetas del recinto, los cuales caminan en procesión hacia un zacatapayolli, es decir, una bola de heno en la que se clavaban punzones ensangrentados durante el ritual de autosacrificio.