Las enigmáticas caritas sonrientes del Golfo
Durante la época prehispánica, las culturas que se desarrollaron en el centro de lo que ahora es el estado de Veracruz generaron una peculiar manifestación escultórica: las caritas sonrientes, llamadas así por la expresión de su rostro. Estas figuras de barro, aunque comúnmente asociadas a la cultura totonaca, preceden a la aparición de esta y se atribuyen a diversas culturas como la mixe, zoque y nahua, entre otras.
Muchas de estas piezas sólo conservan el rostro, pero originalmente eran representaciones de cuerpo completo que se fragmentaron con el tiempo. No obstante, algunas esculturas completas aún se preservan.
El significado de su característica sonrisa continúa como un misterio. Algunas teorías las vinculan con personajes en trance durante rituales, deidades asociadas al placer y la festividad, o figuras importantes. Estas piezas se han encontrado en variados contextos y tenían múltiples usos: funcionaban como sonajas, silbatos o juguetes, otras estaban relacionadas con Mictlantecuhtli y, por tanto, con el ciclo vida-muerte-regeneración; mientras que otras se hallaron en lugares dedicados a deidades de la fertilidad y el agua.