El pueblo rarámuri habita en la Sierra Madre Occidental del estado de Chihuahua. Más conocidos como tarahumaras, la religión es un aspecto que se encuentra presente en todos los aspectos de su vida tanto pública, como privada. En el relato cosmogónico rarámuri, Dios les otorgó la vida a ellos, mientras que el diablo se las dio a los chabochis, términos con el que se refieren a los mestizos. Pese a esta connotación negativa, su religión se conforma por un mestizaje de elementos que estaban presentes antes del contacto con los europeos y de otros que han adoptado de la religión católica.

Entre los rituales que realizan se encuentran aquellos ligados al ciclo agrícola, los cuales, por ser de origen pagano, no se realizan en iglesias ni templos, sino que se llevan a cabo en campos, ranchos o en la sierra, pues la naturaleza, en especial la montaña, es un espacio sagrado entre los rarámuris, pese a su escarpada fisonomía. En estos rituales al aire libre realizan danzas y comidas en las que se bebe tesgüino, la bebida tradicional de los grupos étnicos del norte.