La mujer blanca: el Iztaccíhuatl
Este día, el cielo despejado sobre la Ciudad de México nos regaló una vista extraordinaria de las imponentes cumbres blancas del Iztaccíhuatl, completamente adornadas por un manto de nieve que se posó debido al descenso de la temperatura. El nombre de este majestuoso volcán, enclavado en el Valle de México, tiene sus raíces en la lengua náhuatl y se traduce como "mujer blanca".
En épocas prehispánicas, al igual que otras montañas, esta prominente cumbre era considerada un lugar sagrado, pues simbolizaba el vínculo entre el plano terrestre y el celestial; además, se asociaba con elementos vitales como el agua y la fertilidad. A lo largo de siglos, la presencia imponente del Iztaccíhuatl ha inspirado respeto, reverencia y admiración, ya sea por su carácter divino, por su importancia como elemento de la naturaleza, o bien, por la hermosura de su silueta en el horizonte.