La mina de ocre más antigua de América
El intricado sistema de acuíferos ubicados en la península de Yucatán se conforma, entre otros cuerpos, por cenotes y cavernas que guardan en su interior numerosa evidencia arqueológica que, muchas veces, se remonta más allá de la civilización maya hacia miles de años atrás en la historia y prehistoria del continente. Así, en Quintana Roo arqueólogos subacuáticos del INAH y espeleobuzos del CINDAQ hallaron en una cueva, actualmente inundada, restos de actividad minera que se estiman entre los 12 mil y 10 mil años antes del presente.
En La Mina, como se le nombró, se han encontrado herramientas rudimentarias para la excavación, así como piedras acomodadas de tal manera que sirvieran como señales para no perderse, y otros cúmulos líticos relacionados con la minería. Este contexto arqueológico está asociado con el cenote Hoyo Negro y, por tanto, es cercano temporalmente a Naia, el esqueleto humano de 12 mil años que se halló en aquel sitio. Los expertos conjeturan que los humanos prehistóricos pudieron haber explotado esta mina para extraer el ocre con fines quizá rituales.