Infancia en la Nueva España
La infancia durante la época de la Colonia estuvo llena de contrastes y determinada, en general, por la estratificación de la sociedad que, además, estaba en un proceso constante de mestizaje.
Según Alejandro Díaz Barriga Cuevas, en su artículo “Niños huérfanos y expósitos. Un reflejo de la sociedad novohispana del siglo XVIII”, el concepto de infancia determinado por la edad distaba del prehispánico, pues se adaptó más a los modelos europeos. Así, mientras que antes la infancia era concebida de los 0 a los 13 años, la división hecha por la sociedad novohispana incluía más divisiones: de 0 a 3 años era infancia, de 7 a 13 años se les llamaba párvulos o niños y a partir de los 7 años se les denominaba mancebos hasta el momento en que se casaban. En el caso de las niñas recibían ese mote o el de doncella hasta que se casaban.
Por otra parte, el trato que los infantes recibían dependía del grupo étnico y del sector social al que pertenecían: mientras que los niños de estrato alto, por lo general, se educaban en colegios internados y se incorporaban tardíamente a la vida adulta, los de estrato bajo comenzaban a trabajar prematuramente en el campo o en los talleres y obrajes. Las niñas, generalmente, se educaban en casa y tenían una infancia más corta que los varones, pues se casaban o ingresaban al convento a temprana edad.
En este óleo del siglo XVIII se observan a tres niños novohispanos de estrato social alto. Una de las particularidades del cuadro es que los niños visten con indumentaria propia de adultos: el de la izquierda un traje de sacerdote y el de la derecha ropa civil, lo que podría entenderse como los papeles que asumirían en el futuro dentro de la sociedad novohispana.