Hospicio Cabañas: arquitectura filantrópica
En el corazón de Guadalajara, Jalisco, se erige el Hospicio Cabañas, una de las joyas arquitectónicas de México. Esta monumental obra, diseñada por el renombrado arquitecto valenciano Manuel Tolsá y construida bajo la supervisión del alarife José Gutiérrez, fue financiada por Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, obispo de Guadalajara.
El Hospicio Cabañas destaca no solo por su estilo neoclásico, sino por el enfoque humano que permea su diseño. Cabañas promovió un conjunto arquitectónico que buscaba el bienestar integral de los residentes: huérfanos, ancianos y convalecientes. El complejo, de un solo piso, cuenta con amplios pasillos cubiertos y arcadas que conectan los patios, lo que permitía a los asilados deambular libremente en un entorno que facilitaba la curación. La luz natural y la ventilación proporcionada por los espacios abiertos eran elementos clave para fomentar la salud física y emocional de los residentes.
En medio de la armonía arquitectónica del complejo, destaca la imponente cúpula de la capilla, que se eleva a 32.5 metros, rompiendo con la altura uniforme de 7.5 metros del resto del conjunto, y convirtiéndose en el elemento visual dominante del hospicio.
Entre 1938 y 1939, su capilla fue intervenida con murales de José Clemente Orozco. A través de cincuenta y siete frescos el artista hizo un recuento de pasajes de la historia nacional como la Conquista, así como una crítica a temas como la modernidad.