Horizontes nocturnos en La Quemada
En la historia mítica, cuando la tierra estaba oscura, presa de lluvias interminables y una gran inundación, el sol, en su primera salida triunfante sobre el mundo caótico acuático, colocó una escalinata en el cerro Quemado (Reu'nari, o del Amanecer: Paritek+o) para ayudar a su ascenso al cielo; además, erigió los postes cósmicos para su viaje hacia las cuatro direcciones cardinales, movimiento con el que fue tejiendo la cruz romboide (ts+kun) o quinqunce: el mundo.
A partir de este evento cosmogónico, comenzó la circulación del tiempo tal como lo conocemos, pero también quedó establecido el conjunto de oposiciones básicas del universo (luz-oscuridad, día-noche, amanecer-atardecer, cielo-inframundo, etcétera). Gracias a este modelo cognitivo es posible comprender la complejidad del paisaje sagrado del que formaron parte La Quemada y su red de calzadas.