Fray Junípero Serra y las misiones de Sierra Gorda
Durante el proceso de evangelización, la región norte de lo que había sido Mesoamérica fue una de las zonas más difíciles de convertir, pues, los habitantes originarios (huastecos, pames, chichimecas, jonaces y ximpeces) resistieron los embates de conquistadores y misioneros que trataban de colonizar y evangelizar la Sierra Gorda. Para 1554, el virrey Luis de Velasco, inició una guerra contra los chichimecas por considerarlos una amenaza para el tránsito hacía los reales de minas del norte.
Doscientos años más tarde, en 1750, llegó a la población de Jalpan, en la Sierra Gorda, el mallorquín Miguel José Serra y Ferrer. Más conocido como fray Junípero Serra, fue un franciscano que lideró cinco misiones evangelizadoras en este complicado territorio novohispano. El proceso que fray Junípero siguió en cada misión fue similar: aprender el idioma nativo para poder comunicarse con los indígenas, proporcionarles comida y enseñarles oficios a la vez que dejaba en sus manos la construcción de los templos y, finalmente, instruirlos en la fe católica.