San Miguel de Allende visto desde lo alto
San Miguel de Allende, una joya colonial de México, tiene sus raíces en el siglo XVI. Fundada en 1542 por el monje franciscano Fray Juan de San Miguel, la ciudad lleva el nombre de Ignacio Allende, uno de los líderes clave de la independencia mexicana. Desde sus primeros días, la ciudad prosperó gracias a su ubicación estratégica en la ruta comercial de la Plata y su rica producción agrícola.
Durante los siglos XVII y XVIII, San Miguel experimentó un florecimiento económico impulsado por la minería y la agricultura. La construcción de impresionantes edificios coloniales, como la Parroquia de San Miguel Arcángel y el Convento de la Concepción, marcó la época de esplendor arquitectónico. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, una serie de revueltas y conflictos llevaron a la decadencia económica de la ciudad.
A principios del siglo XX, San Miguel de Allende atrajo la atención de artistas y bohemios, quienes quedaron cautivados por su belleza arquitectónica y su ambiente pintoresco. En 1926, la ciudad fue declarada monumento histórico, y este estatus marcó el comienzo de su resurgimiento cultural. Durante la década de 1950, San Miguel se convirtió en un refugio para artistas y escritores internacionales, consolidándose como un importante centro cultural. En 2008, la UNESCO reconoció su valor histórico y cultural al declarar su centro histórico como Patrimonio de la Humanidad. Hoy en día, San Miguel de Allende es conocida por su rica mezcla de historia, arte y cultura, atrayendo a visitantes de todo el mundo.