El Triunfo del Amor, un mural novohispano petrarquesco en Puebla
Tomás de la Plaza Goes fue el segundo deán que tuvo la catedral de Puebla, es decir, la autoridad más alta tan sólo por debajo del obispo. A este canónigo se le reconocía como un hombre de vasta cultura educado en las ideas del Renacimiento europeo, quien, hacia el año 1580, terminó la construcción de una mansión, ubicada en el corazón de la Angelópolis, muy cerca de la catedral, edificio que, hoy en día, es la construcción civil novohispana más antigua de la ciudad, si bien solamente queda una pequeña porción de lo que fue en aquella época. En ella se conservan dos series de pinturas murales: una reproduce Los triunfos, del poeta italiano Francesco Petrarca; y la otra retrata a varias sibilas en una alegoría al Antiguo Testamento y pasajes de la vida de Cristo.
De la serie de Los triunfos se pueden admirar cuatro de los cinco que escribió el italiano; en los que se incluye el Triunfo del Amor. En este mural se observa a Laura, la musa de Petrarca, sobre un carruaje tirado por briosos corceles blancos, en una mano lleva el corazón del poeta, mientras que en la otra porta una saeta, al igual que el pequeño Cupido, quien, además, tiene un carcaj y va con los ojos vendados. Debajo del carro se hallan atropellados tanto el poeta, como otros personajes, quienes simbolizan que el amor no distingue de género o posición social.
Los exquisitos murales policromados están rematados con frisos superiores e inferiores en los que se incluyen águilas, serpientes, amorcillos, flores, plantas, y también animales de la mitología indígena, como tlacuaches.