El maíz: alimento de nuestra historia e identidad
Desde tiempos inmemoriales, el maíz ha sido uno de los alimentos fundamentales para la región que conforma nuestra nación actual. Su domesticación a partir del teocintle, estimada entre 9 y 10 mil años atrás, marcó un hito en la historia de la humanidad, especialmente en el continente americano, pues permitió el desarrollo de sistemas agrícolas como la milpa y dio origen a las grandes civilizaciones mesoamericanas que florecieron en nuestro territorio.
Esta planta, y todo lo que la rodea, formó parte de la cosmovisión de los pueblos prehispánicos: desde dioses, ceremonias y celebraciones hasta las cosmogonías. Por ejemplo, en el Popol Vuh se narra que los primeros hombres fueron creados de masa de maíz; asimismo en templos, códices y esculturas se le representa como una deidad vinculada al ciclo de la vida, la fertilidad y la renovación. Todo ello da cuenta de la relevancia de este alimento, base de la dieta mesoamericana.
En la actualidad, con más de 60 razas nativas, el maíz es patrimonio vivo de México. En tortillas, tamales, atoles y en casi 600 formas más de preparación identificadas, así como en celebraciones comunitarias, permanece como un vínculo entre el pasado y la identidad cultural de nuestro presente.
Cada 29 de septiembre se conmemora en México el Día Nacional del Maíz, para recordar la importancia de este grano como sustento, símbolo e identidad de nuestra nación desde los tiempos de los pueblos mesoamericanos.
