El Arco de Labná: joya del estilo Puuc
Entre las antiguas ciudades del mundo maya que florecieron en la región Puuc, Labná destaca por su delicada arquitectura y su armonía con el entorno. Aunque de menor tamaño que sus vecinas Uxmal o Kabah, esta zona arqueológica de Yucatán resguarda una de las estructuras más notables del arte maya prehispánico: el Arco.
De proporciones imponentes (12.6 metros de largo, 4 de ancho y cerca de 5 de alto), el Arco cuenta con una cámara a cada lado y, en su fachada noroeste, dos nichos que aún conservan esculturas de estuco con restos de policromía. Su rica ornamentación, labrada en piedra, corresponde al estilo Puuc en su fase más refinada: grecas escalonadas, representaciones de chozas de palma y los distintivos mascarones del dios Chaac, “el Narigudo”, asociado con la lluvia y la fertilidad.
Más allá de su perfección técnica y estética, el Arco de Labná es un testimonio del alto grado de complejidad urbana, simbólica y ritual alcanzado por la civilización maya. Hoy forma parte del conjunto reconocido por la UNESCO como Ciudad Prehispánica de Uxmal.
