Ehécatl: el soplo de vida
Al ser una manifestación de Quetzalcóatl, Ehecátl es parte primordial del mito cosmogónico nahua. Como señor del viento, con su aliento dio movimiento al Sol y la Luna, que estaban inmóviles al inicio de la era del Quinto Sol; con su soplo, podía otorgar el don de la vida a todo aquello que estuviera inerte; y, además, según algunos mitos, fue quien concedió a la humanidad la capacidad de amar.
Su culto fue uno de los más extendidos entre los mexicas, y también entre otras culturas que lo denominaban de otras formas. Son numerosos los templos dedicados a su figura, los cuales, en muchos casos, se caracterizan por su planta circular. Asimismo, son cuantiosas las representaciones artísticas que se tienen de él en las que se le solía representar con una máscara bucal roja en forma de pico.