Cueva de Kawá Sísiki: Pinturas rupestres preolmecas en Guerrero
En la comunidad ñuu savi (mixteca) de Ocoapa, en la Montaña Alta de Guerrero, se encuentra la cueva de Kawá Sísiki, un santuario de pinturas rupestres milenarias. Esta gruta, cuyo nombre se puede traducir como "cueva del juego" o "cueva del fuego", alberga pinturas que sorprenden por su ejecución y antigüedad, pues algunas se han estimado en 3 mil años, incluso anteriores a la cultura olmeca.
Las pinturas en la cueva, ubicadas en un panel de 5 metros de altura y 30 metros de largo, muestran diferentes momentos de creación. Las más antiguas, preolmecas, consisten en barras verticales encerradas en un óvalo rojo, posiblemente vinculadas a registros de observación celeste. Sobre estas, fueron pintados dos personajes con estética y rasgos olmecas, con colores blanco, ocre, amarillo y negro. Uno de ellos, ataviado como jaguar, parece representar un personaje asociado con la fertilidad y el poder, propiciando la lluvia. El otro podría ser un individuo sacrificado en ceremonias de fertilidad o el joven dios del maíz olmeca.
Junto a estas pinturas, resaltan símbolos astronómicos como el Sol y Venus, importantes para sociedades agrícolas. En la actualidad, la cueva Kawá Sísiki se mantiene como un lugar en el que la comunidad realiza rituales, conservando así el carácter sagrado que adquirió desde antes de que la cultura olmeca y su influencia llegara a lo que hoy es Guerrero.
