Convento de San Francisco Tepeapulco y el nacimiento de la antropología mexicana
Hacia finales de la década de 1520, los frailes franciscanos llegaron a la región de Tepeapulco, en el actual estado de Hidalgo. Allí, con fray Andrés de Olmos al mando, se comenzó en 1528 la construcción de un convento y una iglesia dedicados a san Francisco de Asís, los cuales para 1586 se registraban como concluidos. A mediados del siglo XVI, el misionero franciscano Bernardino de Sahagún arribó a este convento.
Durante su estancia, el fraile, que había aprendido la lengua náhuatl, entabló relación con varios nobles indígenas de la región, quienes le informaron sobre sus creencias, costumbres e historia. Gracias a esto, pudo recopilar valiosa información que le sirvió para redactar parte de sus obras Primeros memoriales, y la importantísima Historia general de las cosas de la Nueva España, con las cuales se inició el estudio antropológico de los pueblos originarios. Por este motivo, Tepeapulco es considerada como la cuna de la antropología mexicana.
Actualmente, el inmueble aloja al Museo Arqueológico de Tepeapulco.