Chichén Itzá: un lugar para observar el cielo
Como la mayoría de las culturas mesoamericanas, la civilización maya centró gran parte de su actividad intelectual en la observación del cielo y los astros. Gracias a estos estudios, los mayas podían realizar cálculos precisos del tiempo y anticipar ciclos y eventos importantes que determinaban la vida social y religiosa, e incluso, la traza y arquitectura de sus ciudades.
Chichén Itzá, una de las mayores urbes de esta civilización, no fue la excepción. Algunos de sus edificios más sobresalientes se han relacionado con fenómenos astronómicos, como es el caso de El Castillo durante los equinoccios. Otra construcción notable es El Caracol, una torre que recibe su nombre por la escalera en forma de espiral que hay en su interior. Algunos investigadores teorizan que este edificio, conocido también como El Observatorio, se utilizaba para realizar observaciones celestes desde su altura.