Centro Histórico de la Ciudad de México: confluencia del pasado y el presente
La capital mexicana es una de las urbes más grandes del mundo, cuya rica historia se remonta a la época prehispánica. Durante este periodo fue la sede del imperio mexica, donde esta cultura construyó la gran ciudad de México-Tenochtitlan sobre el lago de Texcoco, para lo cual se creó un complejo sistema de canales y chinampas. En el centro de la urbe se encontraba un complejo religioso y político encabezado por el Templo Mayor, cuya parte de sus restos permanecen hasta nuestros días.
Luego de la Conquista, la ciudad se convirtió en la capital del virreinato de la Nueva España. Las antiguas construcciones prehispánicas fueron remplazadas por edificios de tipo europeo como iglesias, conventos, monasterios y mansiones coloniales, que le valieron el sobrenombre de la Ciudad de los Palacios; de estos sobre sale la Catedral Metropolitana con su eclecticismo arquitectónico.
La permanencia del pasado prehispánico y colonial en el Centro Histórico prevalece en la actualidad. El Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo, sigue siendo el escenario de eventos importantes y manifestaciones culturales, que hacen del corazón de la Ciudad de México uno de los puntos neurálgicos de la metrópoli.