Cempoala: una aliada contra los mexicas
Ubicada a orillas del río Actopan, en Veracruz, Cempoala fue una de las capitales más poderosas del mundo totonaco. Su origen se remonta al 900 a.C., con la llegada de grupos provenientes de la Sierra Madre Occidental que buscaban independencia de la gran Tula. Alcanzó su apogeo durante el Posclásico Tardío (1450-1521 d.C.), cuando se convirtió en cabecera de una provincia que reunía a pueblos totonacos, chinantecos y zapotecos. Fue al final de este periodo, al momento del contacto con los europeos, que esta ciudad fue el escenario de una de las alianzas más decisivas del siglo XVI.
En 1519, cuando Hernán Cortés arribó a la costa del Golfo, Cempoala se encontraba bajo dominio mexica. Fue allí donde el conquistador extremeño pactó con el señor Chicomácatl, conocido como el Cacique Gordo, lo que marcó el inicio de una coalición indígena que abriría el camino hacia la caída de Tenochtitlan.
Más allá de la ayuda militar, Cempoala fue estratégica por su conocimiento del territorio y su vínculo con otros pueblos, como los tlaxcaltecas. Durante varios años, incluso fue residencia del propio Cortés, desde donde planificó su avance al Altiplano.
Entre sus templos dedicados a deidades como Ehécatl, sus altares ceremoniales y su avanzada infraestructura hidráulica, la zona arqueológica de Cempoala conserva los vestigios de una ciudad cuya participación en la Conquista resulta clave para comprender el complejo entramado de alianzas y resistencias del México antiguo ante la llegada de los europeos.
