Catedral de Chihuahua, un suntuoso templo para una rica villa novohispana
En 1718, el Real de Minas de San Francisco de Cuéllar, antiguo nombre de lo que es ahora la ciudad de Chihuahua, fue elevado a la categoría de villa y llamada San Felipe del Real; este cambio obedeció al aumento poblacional. Para 1727, los vecinos de la villa consideraron que carecían de un templo digno de la categoría e importancia de una población que, por su riqueza minera, era proverbial en toda la Nueva España.
Así comenzó el diseño y construcción de una nueva iglesia sobre una antigua construida de adobe y dedicada a la Virgen de la Regla y a san Francisco de Asís. Se decidió construir un templo de una sola nave y cuatro capillas laterales. En el exterior del edificio sobresale su portada principal labrada en cantera con seis columnas que enmarcan nichos y el vano de la puerta con un arco poligonal. En la clave del arco de la puerta unos ángeles sostienen una tiara papal. Los nichos albergan esculturas de los apóstoles.