Casa de Allende: de hogar familiar a símbolo de la Independencia
La Casa de Allende, construida en 1769 por Domingo Narciso de Allende como regalo de bodas para su esposa María Ana Unzaga, fue el hogar de su hijo, Ignacio Allende, uno de los líderes más destacados de la lucha por la Independencia de México. Este inmueble es un ejemplo excepcional de la arquitectura novohispana del siglo XVIII, que combina estilos barroco y neoclásico, reflejando la prosperidad de la Nueva España en ese periodo. Su fachada de cantera gris, realzada con balcones de cantera rosa, y el singular arco “en el aire” en su patio principal, diseñado para el acceso de carruajes, destacan por su estética y funcionalidad.
Confiscada por el gobierno virreinal durante la Guerra de Independencia, la casa fue recuperada por sus propietarios al finalizar el conflicto y posteriormente adquirida por el gobierno de Guanajuato en 1976. Desde 1984, bajo resguardo del INAH, funciona como museo histórico y fue restaurada en 2008. Alberga 1,047 piezas entre originales y reproducciones, como pinturas, documentos, esculturas, textiles, platería, objetos religiosos y armas, provenientes de destacados archivos y museos. Este recinto no solo honra a Ignacio Allende, sino que también permite adentrarse en la vida y el legado cultural de la Nueva España en un periodo en que se forjaron los hombres y mujeres que darían soberanía y libertad a nuestra nación.