Cartografiar la nación: el Atlas de Antonio García Cubas, primer geógrafo mexicano
Cada 23 de julio se festeja en México el Día Nacional de las y los Geógrafos, ocasión propicia para recordar y celebrar a quienes han contribuido a delinear, entender y comunicar el espacio que habitamos. Entre ellos, destaca el trabajo de Antonio García Cubas (1832–1912), pionero de la cartografía mexicana moderna y figura clave en la consolidación del conocimiento geográfico en el siglo XIX, considerado como el primer geógrafo mexicano.
Una de sus obras más sobresalientes es el Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana, considerada una aportación monumental a la geografía y cartografía nacionales. Publicado por primera vez en 1858 y ampliado en ediciones posteriores, se trató del primer atlas elaborado íntegramente por un geógrafo mexicano. A través de cartas que describen a cada entidad federativa y dos cartas de la República Mexicana en su totalidad (todas ellas cuidadosamente impresas por reconocidos litógrafos de la época), el atlas ofrece una visión detallada del territorio nacional, desde las capitales estatales hasta ranchos y haciendas, además de incluir otros aspectos geográficos, políticos, lingüísticos, e incluso eclesiásticos.
Trazar un mapa fue, para García Cubas, una forma de narrar al país. Por ello, cuidó con esmero cada detalle de la edición de su Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana, concebido desde un inicio para tener amplia circulación. Gracias a este esfuerzo, por primera vez los mapas de la joven nación mexicana se difundieron de manera extensa y accesible.
Más de un siglo después, esta obra continúa como fuente de consulta obligada para historiadores y curiosos del pasado territorial de México, y como un referente para quienes trazan, estudian y reflexionan sobre los múltiples rostros del espacio geográfico mexicano.
Además, como reconocimiento a su legado, desde 1998 INAH, el marco de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, otorga anualmente el Premio Antonio García Cubas a lo más destacado en la edición editorial de antropología e historia, como homenaje a su compromiso con el saber, la difusión del patrimonio y la excelencia editorial.
