Camarín de la Virgen de Loreto: esplendor del siglo XVIII
El complejo conventual del Colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán integraba diversos espacios, cada uno con un propósito religioso específico. Adosada al templo, los frailes jesuitas construyeron una capilla dedicada a la Virgen de Loreto, la cual funcionaba como camarín, es decir, un lugar destinado a guardar las vestimentas y joyas de la escultura.
A diferencia de otras capillas, como la Casa de Loreto, este camarín tenía un carácter íntimo, ya que en él se vestía a la imagen de la Virgen. Hoy en día, el camarín destaca no sólo por su suntuosidad barroca, sino también por ser uno de los pocos que conserva su aspecto original del siglo XVIII, preservado gracias al trabajo de expertos del INAH.
Foto: Gabriela Berumen. INAH