Aculco
El pueblo de Aculco, en el Estado de México, resguarda una larga historia que comienza hacia el año 1110 con el asentamiento de indígenas otomíes. En siglo XVI, los mexicas lo conquistaron y le dieron su actual nombre, que en náhuatl significa “lugar donde se tuerce el agua”. Durante la época novohispana fue parte del Camino Real de Tierra Adentro, por lo que actualmente es parte del Patrimonio Mundial.
Entre sus joyas históricas se encuentran la parroquia de San Jerónimo y la casa de Miguel Hidalgo. Sus bellezas también son naturales, pues cerca se encuentra un cañón tallado por la erosión del río Ñadó, el cual ofrece vistas maravillosas y cascadas de aguas cristalinas.
Tú también puedes admirar la belleza y magia de este pueblo en el recorrido que Paseos Culturales INAH tiene programado para el próximo sábado 4 de junio. Aparta tu lugar al correo: