Iztapalapa, lugar de una enorme tradición, era el segundo señorío más importante de la cuenca de México a la llegada de los españoles. En su cerro sagrado, el Huizachtécatl, hoy llamado Cerro de la Estrella, se llevaba a cabo en la antigüedad la ceremonia más importante del todo el centro de México, el encendido de Fuego Nuevo. Hoy en día, a las faldas del mismo cerro, se lleva a cabo la representación de la Pasión de Cristo más grande del continente, la cual es ya Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.