Nacido en Valencia, pero avecindado en tierras novohispanas, Manuel Tolsá es, sin duda alguna, el máximo exponente de la arquitectura neoclásica surgida a finales del virreinato y es uno de los más reconocidos arquitectos que contribuyeron a la fisonomía de la llamada Ciudad de los Palacios. Gracias a trabajos con la estatua ecuestre de Carlos IV y el edificio que hoy alberga al Palacio de Minería, su fama fue ampliamente difundida y sus trabajos se extendieron a lo largo y ancho de la capital. Por su parte, María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco de Osorio Barba Jiménez y Bello Pereira Fernández de Córdoba Salas Solano y Garfio, mejor conocida como "La Güera Rodríguez", y con un nombre tan adornado y barroco como la época en que le tocó vivir, fue una controversial criolla que impulsó el movimiento insurgente. Amiga de Tolsá, estuvo presente en acontecimientos como la inauguración del Caballito, y su rostro, como el de una de sus hijas, inspiraron algunas esculturas por él realizadas.